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Los cables son probablemente el elemento al que menos importancia le damos dentro de la cabina del DJ. Esta manía por no valorar los “pequeños” detalles provoca que gastemos ingentes cantidades de dinero en tener el mejor equipo que nos podamos permitir para luego conectarlo todo a unos cables tipo RCA comprados en el chino de turno y que nos cuestan muchas veces poco más de un par de dolares.
Esta incongruencia no se da sólo en las cabinas que montamos en nuestras casas o en pequeños garitos sino peor aún, afecta a set ups instalados en grandes eventos con muchos watios de sonido, donde nos jugamos la calidad del audio de nuestras sesiones con unos cables en muchos casos destrozados por el uso o simplemente de una calidad pésima que no hacen otra cosa sino ensuciar el sonido.
Equipo bueno = cables buenos
Si tienes un controlador Hercules de los más baratos o algún controlador que no te haya costado más de 300 euros, tranquilo no hace falta que compres unos buenos cables. El dispositivo en sí no es la panacea cuando hablamos de calidad de sonido y lógicamente un buen cable no va a compensar la poca calidad que tenga el equipo que envía la señal.
Pero cuando nos gastamos nuestro dinero en buenos equipos, lo lógico es que hagamos lo mismo con los cables. Es incomprensible que comprando por ejemplo cualquiera de los modelos de CDJs de Pioneer nos venga de serie un cable RCA de pequeño grosor que no destaca precisamente por la calidad de su construcción (curiosamente Pioneer vende a la misma vez unos buenísimos y a la vez caros cables aparte para sus conexiones digitales). Es como comprarte un Mercedes último modelo y llenar el depósito con gasolina Super 95.
Un buen equipo que transmita una señal de audio de calidad debe tener unos buenos cables que sigan transmitiendo esa señal. Si en algún momento de la cadena que conforma cada uno de los elementos que intervienen en la transmisión del sonido, uno de sus elementos falla, al final lo que se resiente es el sonido que percibe tu público a través de los altavoces.
Las interfaces de audio las más perjudicadas
Con la progresiva digitalización de los equipos hemos descuidado aún más el tema de los cables y curiosamente donde más sufrimos los problemas derivados del uso de malos cables es en un elemento fundamental en el mundo digital como es la interface de audio.
Es muy común que algunos de los mejores controladores del mercado vengan con cables USB de dudosa calidad, sus conductores son pésimos y eso provoca que la doble función que realizan este tipo se vea afectada.
Lo más habitual es que el controlador de repente se apague y se encienda solo, este desastre se produce cuando el cable no es capaz de alimentar eléctricamente el dispositivo a la misma vez que envía datos que se transmiten al controlador o al software con el que trabaja.
Ese es también el motivo por el cual muchos usuarios se encuentran con problemas de latencia o de pésima calidad del sonido, muchas veces es culpa del cable, que como dijimos anteriormente desempeña un papel fundamental en este tipo de máquinas ya que a la misma vez que las alimenta eléctricamente también realiza la imprescindible transmisión de datos.
Conclusión
El cable es parte fundamental de tu cabina y como tal debe ser tenido muy en cuenta. Lo que se pretende al final es que todo el sistema en su conjunto tengo una calidad óptima para que no exista un elemento más débil que otro y así tener la total seguridad de que estamos trabajando con la calidad máxima en cuanto a audio que nos puede a llegar a ofrecer el equipo.
Con este post comenzamos una serie de artículos y reviews que tienen como absoluto protagonista al cable, ese gran desconocido para muchos DJ y que iremos analizando poco a poco. Veremos qué características debe tener un buen cable, cuáles son los más recomendados, reviews de algunos cables populares y en definitiva arrojaremos un poco de luz sobre este oscuro asunto.